VALLADOLID.— En un principio prevalecieron las quejas, de madres de
familia y jugadores, por el elevado volumen de la música en el Teatro
del Pueblo, donde se escenificó anteayer un torneo de ajedrez que
sorprendió por lo fuerte y su numerosa participación: casi 100
inscritos.
Jóvenes participantes en el torneo de ajedrez
que se realizó en la Expo Feria de Valladolid, el domingo
|
Juego maestro
El caso es que la competencia a la que convocó el Club de Ajedrez
Valladolid superó todas las expectativas y contó con un total de 98
inscritos, incluso dos grandes figuras de Cuba, que hicieron el 1-2: el
maestro internacional Juan Carlos Obregón Rivero, quien tiene tres
normas de Gran Maestro y terminó como el monarca, y Ermes Espinosa
Veloz, quien pronto logrará el mismo título MI.
Otros ganadores
En tercer puesto quedó el campeón del Estado, Gonzalo Alberto
Navarrete Méndez, seguido de Arturo Iverth Fuentes Godoy, ambos con
cuatro unidades, las mismas que Leonel Figueredo Lozada y Abraham
Benavides Alanís. El mejor vallisoletano fue Joel Cupul Cauich.
En la categoría juvenil, cuyas dos últimas rondas se jugaron a un
ritmo sorprendentemente veloz (estaba en su apogeo el desfile de sirenas
que hacen del cuidado de su cuerpo un culto), Cancún hizo el 1-2, por
conducto de Rageney Arjona Ojeda, quien ganó sus cinco partidas, y
Sergio Caballero Vázquez. El yucateco más destacado fue Mario Darién
Arceo Cortés, con cuatro puntos, y Luis Genaro Hau Pech obtuvo el premio
al mejor vallisoletano.
En Sub 14, en el que se apuntaron nada menos que 39 combatientes del
tablero, se coronó el cozumeleño Jason Barceló Ortiz, con cinco puntos, y
la mejor femenil fue Aracely Quijano Pech.
Karla Castro Chimal, jugadora y organizadora, quien dejó de competir y pidió tomar para “su face” unas fotos con los musculosos jóvenes como telón de fondo |
Esto hizo que el instructor se olvidara del disgusto que le causó una
de sus alumnas a quien pareció atraerle más el concurso cercano que las
batallas cerebrales.
Sin embargo, no se supo que nadie hiciera comentario alguno cuando
Giovanni se puso a admirar a dos bellas participantes con la misma
concentración con que planea las maniobras de peones, alfiles y caballos
sobre la palestra bicolor.
Después de todo, lo mismo hacían madres y padres de familia, además
de los ajedrecistas que terminaban de combatir sobre el tablero.— Jorge
Balam Díaz
Fuente: Diario de Yucatán
Fuente: Diario de Yucatán
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